EXCERPT FROM THE BITCHOOD JOURNALS // EXTRACTO DE LOS DIARIOS DE LA PUTERÍA Morgan Martin
Excerpt from The Bitchood Journals
by Morgan Martin
Journal of Morgan Martin April 9th, 2024
Gotta be a short one today, I’ve got lots of farm work to get to. I slept in late, I was so exhausted when I got home last night. I'm still feeling Rey’s hostility this morning. We had a deep talk last night about our relationship. I tried to open the conversation back up this morning, but he shut it down.
I’ve got to plant potatoes. He’s probably mostly upset that I have barely been in the garden the last week. I’ve been doing other work, as usual, hoop house tasks, cleaning up around the farm. I’m also planning on having a 4 day weekend in Roanoke and Blacksburg, playing an open mic, driving for DoorDash, going to a big lesbian picnic, getting my face lasered. I’ve got 3 days to prove I deserve to have it all.
Terrible damping off in the tomatoes I potted up, thankfully some are surviving, but I’m terrified to even try making another round of soil mix. One crisis after another.
I’m honestly doing my own processing too. The bus is a disaster, the farm is all stress and no reward right now. I hate spring. I’ve been doing this for too many years to continue falling into a blind panic about the garden every other week.
I need to shave so badly. Today is an ugly day though, and I don’t want to take the time to primp and preen. Gotta get to planting, no one’s gonna see me anyway. Surprisingly, I don’t actually feel masculine at all. I’m wearing one of my man shirts and boy glasses and I still feel like a fine ass lady. The boobs are boobing.
I’m going to give myself a half hour to actually stretch before my strenuous farmwork day. It’s almost assured to rain today, and if it gets bad enough Rey and I both will be forced to be inside and maybe we’ll finally clear the air.
Taking a midday break. I’ve been planting in the rain. It feels glorious! It’s been raining lightly, and I’ve managed to stay dry. It’s a beautiful day.
I’m also having a solo dance party while I plant. She’s out in the garden, her beard scraggly, using her hoe as a stripper pole. Drop it low, pick it up slow. She’s serving face to the empty holler, giving a show to her seed potatoes before she tucks them in.
My dancing is improving with my dwindling inhibitions. It feels like the outlet I need. Rey can be pissed I’m a slut for real, but he can’t be pissed at me for dancing like a slut. And really, being a slut is more of an attitude than an activity.
I had to laugh at one point. This poor man. He thought he was getting some cute nerdy boy to farm with forever. Now he’s left with a 14 year old Lolita. He’s the parental figure to a wonton teenager, who’s intent on fucking up her life with her bad decisions, desperately needing to be reined in somehow.
I’m outside myself too, laughing at the absurdity of it. I’m still 34 years old. I know I’m being a fool. It’s easy to recognize after so many years of foolishness. I’m also showing strength though. I won’t back down and dampen my desires anymore.
I haven’t gone through waves of despair at the thought of my relationship crumbling, though I struggled with the sadness of how last night’s conversation went. Ultimately, I think we’ll find our way. We both want this farm, it’s always been our dream. I wouldn’t give it up for some chaser hookups. We get to decide what our relationship is.
Rey has softened his temper. We’re back to normal, I guess. I wonder if anything really needs to be said at this point. There’s certainly some unanswered questions, but I feel like I’ve come back to the conclusion that I’m happy with my life with him, and I know he is too.
I’m not, like, actually even that desperate to sleep with people right now. I just know I have needs that aren’t being met. My transition was always a risk, and the changes are so radical. I’m not willing to sacrifice as much as I have for this relationship and this farm. I’ve spent too much time sacrificing and waiting for things to change.
Ok, I’m halfway done with the potatoes. I’m going to finish them for sure, and hopefully I have the energy to plant some oats as well. All the dancing is wearing me out faster, but it’s so worth it. The squats are just what my ass needs, and the slutty butt shit I’m doing is helping me keep my back straight while I work.
I was so tired this morning, I’m grateful my body was able to do this work. I feel physically strong. I’m enjoying getting to move my body, be outside. Turns out maybe I do still love farming…
Extracto de Los diarios de La Putería
Por: Morgan Martin
Diario de Morgan Martin, 9 de abril de 2024
Hoy toca que sea corto, tengo montones de trabajo de granja que hacer. Dormí hasta tarde, estaba tan agotado cuando llegué a casa anoche. Todavía siento la hostilidad de Rey en lo que va de mañana. Anoche tuvimos una profunda charla sobre nuestra relación. Traté de abrir la conversación de nuevo esta mañana, pero él la cerró.
Tengo que plantar patatas. Él probablemente está molesto porque casi no he estado en el jardín en la última semana. He estado haciendo otras labores, como de costumbre, las tareas de invernadero, la limpieza alrededor de la granja. También estoy planeando tener un fin de semana de 4 días en Roanoke y Blacksburg, presentándome en un micrófono abierto, conduciendo para DoorDash, yendo a un gran picnic lésbico, haciéndome láser en la cara. Tengo 3 días para demostrar que merezco tenerlo todo.
Hay una terrible humedad en los tomates que planté en maceta; por suerte algunos están sobreviviendo, pero me aterroriza siquiera intentar hacer otra ronda de mezcla de tierra. Una crisis tras otra.
Honestamente yo también estoy en mis propios procesos. El autobús es un desastre, la granja es todo estrés y ninguna recompensa en este momento. Odio la primavera. Llevo demasiados años haciendo esto como para seguir cayendo en un pánico ciego por el huerto cada dos semanas.
Necesito afeitarme urgentemente. Pero hoy es un día feo y no quiero dedicarle el tiempo a acicalarme. Tengo que ir a plantar, nadie me va a ver de todos modos. Sorprendentemente, no me siento nada masculino. Llevo una de mis camisas de hombre y gafas de chico y aun así me siento como una dama refinada. Las tetas están cada vez más tetonas.
Voy a darme media hora para estirarme de verdad antes de mi agotadora jornada de trabajo en el campo. Está casi asegurado que va a llover hoy, y si el clima se pone lo suficientemente feo, Rey y yo nos veremos obligados a estar dentro de casa y puede que por fin despejemos el ambiente.
Tomándome un descanso al mediodía. He estado plantando bajo la lluvia. ¡Se siente glorioso! Ha estado lloviendo ligeramente, y me las he arreglado para mantenerme seca. Es un día precioso.
También estoy teniendo una fiesta individual de baile mientras planto. Ella está en el jardín, con la barba desaliñada, usando la azada como barra de striptease. Qué caiga hasta abajo, súbelo despacio. Ella le posa a la hondonada vacía, dando un espectáculo a sus semillas de papa antes de enterrarlas.
Mi baile mejora a medida que disminuyen mis inhibiciones. Se siente justo como el desahogo que necesito. Rey puede enfadarse si soy una zorra de verdad, pero no puede enfadarse conmigo por bailar como una zorra. Y en realidad, ser una zorra es más una actitud que una actividad.
Tuve que reírme en un momento. Este pobre hombre. Él pensaba que iba a tener un chico guapo y nerd con el cual trabajar la granja por siempre. Ahora le quedó una Lolita de 14 años. Es la figura paterna de una adolescente wantán, cuyos intentos de joderse la vida con sus malas decisiones le hacen necesitar desesperadamente que de alguna manera le pongan riendas.
Yo también estoy fuera de mí, riéndome de lo absurdo que es. Sigo teniendo 34 años. Sé que estoy siendo una tonta. Es fácil reconocerlo después de tantos años de tonterías. Pero también me muestro fuerte. Ya no me echaré atrás ni reprimiré mis deseos.
No he pasado por oleadas de desesperación ante la idea de que mi relación se desmorone, aunque he lidiado con la tristeza de cómo marchó la conversación de anoche. Al final, creo que encontraremos nuestro camino. Los dos queremos esta granja, siempre ha sido nuestro sueño. No renunciaría a ella por perseguir algunos ligues. Nosotros somos los que decidimos lo que es nuestra relación.
Rey ha suavizado su humor. Volvemos a la normalidad, supongo. Me pregunto si realmente hace falta decir algo a estas alturas. Ciertamente hay algunas preguntas sin responder, pero siento que he vuelto a la conclusión de que soy feliz con mi vida a su lado, y sé que él también lo es.
Ni siquiera estoy, realmente, tan desesperada por acostarme con gente ahora mismo. Sólo sé que tengo necesidades que no están siendo satisfechas. Mi transición siempre fue un riesgo, y los cambios son tan radicales. No estoy dispuesta a sacrificar tanto como lo he hecho por esta relación y esta granja. He pasado demasiado tiempo sacrificándome y esperando a que las cosas cambien.
Ok, estoy a medio camino con las patatas. Estoy segura de que terminaré con ellas, y con suerte conservo energía suficiente para plantar un poco de avena también. Todo el baile me está agotando más rápido, pero vale la pena. Las sentadillas son justo lo que mi culo necesita, y la putería con la que agito mi trasero me está ayudando a mantener la espalda recta mientras trabajo.
Estaba tan cansada esta mañana que agradezco que mi cuerpo haya podido hacer este trabajo. Me siento físicamente fuerte. Estoy disfrutando mover mi cuerpo, estar al aire libre. Resulta que tal vez todavía amo la agricultura...
Artist Bio
Morgan Martin
She/Her // Ella
Morgan Martin is a Trans-femme farmer, writer, and musician. She lives in a converted school bus with her partner Reynaldo, dog Andy and cats Chickpea and Buckwheat. Together they own and work "Fool's Hill Farm," a veganic, no-till vegetable farm in the mountains of Southwest Virginia. At the time of this journal entry, Morgan is 6 months into Hormone Replacement Therapy.
Morgan Martin es una agricultora, escritora y música transfemenina. Vive en un reconvertido autobús escolar con su compañero Reynaldo, su perro Andy y sus gatos Chickpea y Buckwheat. Juntos poseen y trabajan en «Fool's Hill Farm», una granja de verduras, vegana sin labranza, en las montañas del suroeste de Virginia. En el momento de escribir este diario, Morgan lleva 6 meses en terapia hormonal sustitutiva.