MOUNTAIN MAGIC // MAGIA DE MONTAÑA Becks Lipshultz
Magia de montaña
Por: Becks Lipshultz
No me canso de hablar de la casa de la granja. Es la casa de ensueño del estilo campestre, pero, a diferencia de esa estética que ha surgido en un intento de escapar del paisaje infernal del capitalismo tardío en el que vivimos, este lugar se hizo para ser habitado por la gente que cuida su tierra. El elemento tierno que acompaña a las decoraciones de marca ha sido sustituido por la practicidad. Me encantaba estar en esa casa. Se sentía real, vívido. Los libros de cocina coleccionados con el pasar de los años y marcados con adaptaciones de recetas para incluir los alimentos cultivados en las montañas: "En lugar de calabacín, me gusta usar calabaza de verano" o "Sustituya el perejil y la rúcula por hojas de pamplina y diente de león cuando no estén disponibles". Aprendí muchísimo de esa cocina, de esos libros de recetas, de esta granja. No sólo sobre agricultura, sino sobre mi propio lugar entre los cultivos.
De algún modo, conseguí vincular mi identidad a los productos en mis manos. "¿Qué sé yo sobre mí?" recuerdo haber estado pensando mientras desherbaba algunos cultivos en una brumosa mañana de julio, entre el humo de los incendios forestales que flotaba hasta los Apalaches desde Canadá.
Sé que me encanta formar parte de la alimentación de mi comunidad.
Soy proveedore.
Sé que me encanta poder hacer muchas cosas para muchos propósitos distintos.
Soy versátil.
Sé que, a veces, desafío la categorización.
Soy queer.
Soy proveedore, soy versátil, soy queer.
¿Qué hay entre lo que hemos cultivado aquí con lo que pueda sentirme identificade? Los guisantes no. Quizá porque tuvimos que recogerlos bajo la lluvia durante seis días seguidos, pero tampoco sentí que tuviéramos suficiente en común.
Fabaceae
No creo que me sienta como ningún tipo de melón o calabaza, no tengo un exterior cubierto de púas, de hecho, creo que soy un tanto blando cuando se trata de dejar que la gente llegue a mí, así que la calabaza está descartada.
Cucurbitaceae
Sería un cliché llamarme cebolla, y me gusta pensar que no hago llorar a la gente tan a menudo.
Allium
Y aunque tengo un girasol tatuado en el cuerpo, ni siquiera creo que en este momento pueda llamarme girasol, o que alguna vez pueda, a decir verdad. Creo que yo deseaba ser un girasol, y la joven de diecinueve años que se grabó una tosca margarita en la cadera quería que el amarillo fuera mi color, aun cuando tanto ella como yo sabemos que, si yo fuera algún tipo de flor, no sería algo tan atrevido.
Helianthus Annus
Entonces, ¿qué soy yo?
Soy proveedore, soy versátil, soy queer, soy suave.
En este punto lo he reducido a unas pocas opciones. Tengo que ser una brassica o una solanácea. Hay tantas brassicae para elegir, tantas variedades diferentes de la misma familia, pero por alguna razón, aunque me encanta cocinar con ellas, las voy descartando una a una. Ni una col, ni un brócoli o una coliflor, ni una berza, ni una col rizada, ni un colirrábano, aunque ese me parezca casi acertado.
Brassica
En cuanto a las solanáceas. ¿Pimientos? Eso se está acercando.
Capsicum.
A nadie le gusta pensar que los pimientos son frutas, pero realmente son una fruta. Nadie percibe esta cosa como lo que realmente es... hay algo ahí. Continuemos.
No creo que sea una berenjena; eso parece fálico y sé que hay un chiste de lesbianas por aquí en alguna parte, pero dejaré que lo descubran ustedes mismos.
Melongena
Así que supongo que eso deja sólo unas pocas cosas. Ruego a Dios no ser una patata; es cierto que son versátiles y definitivamente pueden alimentar a un montón de gente, pero no me parece que yo sea tan aburride.
Tuberosum
Así que eso nos deja al Lycopersicon esculentum. El Tomate Mágico de Montaña.
El Lycopersicon esculentum da más frutos que una tomatera normal en el microclima de la selva templada de los Apalaches. El fruto no se agrieta ni sufre plagas, y una planta puede producir kilos y kilos de tomates antes de marchitarse con las heladas.
Proveedore
Los tomates resultan ser un gusto adquirido por su propia cuenta, pero se pueden moldear para adaptarlos a las necesidades de lo que se vaya a servir. ¿Necesitas una ensalada? La tengo. ¿Y una salsa? Hecho. ¿Un zumo? Extraña elección, ¡pero, seguro! ¿Comerlo directamente de la enredadera, calentado y besado por el sol? La mejor manera. Incluso si alguien siente estricta aversión por los tomates, hay formas a las que casi nadie podría decir que no.
Versátil
Además, un tomate, la fruta más incomprendida de todas, ¿verdad? Nadie quiere clasificarlo como fruta, así que para la mayoría es una hortaliza. Excepto para la gente a la que realmente le importa, en cuyo caso, hacen el esfuerzo de ver el tomate como lo que es (¿ya ven a dónde quiero llegar?).
Queer
Son carnosos y se aporrean con facilidad, pero si eres capaz de ver más allá de un defecto, pueden ser el complemento perfecto para cualquier cosa que estés preparando, si estás dispuesto, por supuesto, a hacer lo necesario para superar las manchas e imperfecciones.
Suave
Lycopersicon esculentum.
Proveedore, Versátil, Queer, Suave.
Mountain Magic
by Becks Lipshultz
I cannot say enough about the house on the farm. This is the cottage core dreamhouse, but unlike the aesthetic that has come about in an attempt to escape from the late-stage-capitalist-hellscape we live in, this place was made to house the people stewarding their land. The cutesy element that comes with the target-branded decorations has been replaced by practicality. I loved being in that house. It felt real, lived in. The years of cookbooks collected and bookmarked with adaptations to recipes to accommodate the produce grown in the mountains— “Instead of using zucchini, I like to use summer squash” or “Substitute Chickweed and Dandelion Greens for Parsley and Arugula when not available.” I learned so much from that kitchen, those cookbooks, this farm. Not just about agriculture, but about my own place amongst the crops.
Somehow, I managed to tie my identity to the produce in my hands. What do I know about myself, I remember thinking as I weeded some transplants on a hazy July morning amidst the wildfire smoke that wafted into the Appalachians from Canada.
I know that I love being a part of feeding my community.
I’m a provider.
I know that I love being able to do a lot of things for a lot of different purposes.
I’m versatile.
I know that sometimes, I defy categorization.
I’m queer.
I’m a provider, I’m versatile, I’m queer.
What have we grown here that I can feel akin to? Not the peas. Maybe that’s because we had to pick them in the rain for six days straight, but I also just didn’t feel like we had enough in common.
Fabaceae
I don’t think I feel like any sort of melon or squash, I don’t have a spiky exterior, in fact, I think I’m a bit soft when it comes to letting people get to me, so squash is out.
Cucurbitaceae
It would be cliche to call myself an onion, and I like to think I don’t make people cry all that often.
Allium
And even though I have a sunflower tattooed on my body, I don’t even think I could call myself a sunflower, or that I ever could to be honest. I think I wished I was a sunflower, and the nineteen year old who got a crude bush daisy etched into her hip wanted to make yellow my color, even when we both know that if I was any kind of flower, it would not be something so bold.
Helianthus Annus
So what am I?
I’m a provider, I’m versatile, I’m queer, I’m soft.
I’ve narrowed it down to a few options by this point. I’ve got to be a brassica or a nightshade. There are so many brassicae to choose from, so many different fonts of the same family, but for some reason, even though I love to cook with them, I knock them out one by one. Not a cabbage, not broccoli or cauliflower, not collards, not kale, not a Kohlrabi, although that feels like it’s almost right.
Brassica
Onto the nightshades. Peppers? That’s getting closer.
Capsicum.
You know, nobody likes to think of peppers are fruits, but they really are a fruit. Nobody perceives this thing to be what it actually is… there’s something there. Moving forward.
I don’t think I’m an eggplant; that feels phallic and I know there’s a lesbian joke in here somewhere but I’ll let you make that for yourself.
Melongena
So I guess that just leaves a few things. I hope to god that I’m not a potato, sure they’re versatile and they definitely could feed a lot of people, but I don’t think I’m that boring.
Tuberosum
So that leaves Lycopersicon esculentum. The Mountain Magic Tomato.
Lycopersicon esculentum provides more fruit than the average tomato plant would in the microclimate of the Appalachian temperate rainforest. The fruit doesn’t crack or suffer from blight, and one plant can produce pounds and pounds of tomatoes before it eventually shrivels up with the frost.
Provider
Tomatoes happen to be a pretty acquired taste on their own, but they can be molded to fit the needs of what they are serving. Need a salad? Gotchu. How about a sauce? Done. Juice? Strange choice, but sure! Eaten right off the vine, warmed and kissed by the sun? The best way. Even if someone is an avid tomato hater, there are ways that almost nobody is gonna say no to.
Versatile
Plus, a tomato, the most misunderstood fruit of them all, right? Nobody wants to classify it as a fruit, so it’s a vegetable, to most. Except for the people who really care, in which case, they make the effort to see the tomato as what it is (do you see what I’m getting at here?)
Queer
Fleshy, easily bruised–but if you can look past a defect, they can be the perfect addition to whatever you’re making, of course that is if you’re willing to do the work to get past the blemishes and imperfections.
Soft
Lycopersicon esculentum.
Provider, Versatile, Queer, Soft.
Artist Bio
Becks Lipshultz
They/Them // Elle
Becks is a queer scholar and musician, focusing their work on community engagement and placemaking through music and agriculture. As a musician, Becks works to create events that bridge the divisions in communities. Their scholarship focuses on the inherent queerness of Appalachian music and the importance that music traditions hold, both in Appalachian communities and the queer community. They also work hands-on in local food systems, working on farm projects and learning about small-scale farming in mountain communities.
Becks es une académico y músico queer, que centra su trabajo en el compromiso de la comunidad y la creación de espacios a través de la música y la agricultura. Como músico, Becks trabaja para crear eventos que sirvan de puente entre las divisiones de las comunidades. Sus estudios se centran en la inherente diversidad sexual y de género encontrada en la música de los Apalaches y en la importancia que tienen las tradiciones musicales, tanto en las comunidades de los Apalaches como en la comunidad queer. También lleva las manos a la tierra para trabajar en los sistemas alimentarios locales, colaborando en proyectos agrícolas y aprendiendo sobre la agricultura a pequeña escala en las comunidades de montaña.